Una manera efectiva de combatir el cáncer y puede mejorar las probabilidades de éxito del tratamiento y disminuir el periodo de exposición al tratamiento es restringir el alimento a las células cancerigenas disminuyendo el consumo de aquellos alimentos que le proporcionan una fuente de nutrición a estas células malignas para multiplicarse.
El azúcar es un alimento que le otorga a las células malignas el principal combustible para su proliferación, especialmente el azúcar refinado o “azúcar blanco”. No consumiendo azúcar se corta uno de los más importantes recursos de las células cancerigenas. Existen sustitutos del azúcar como la sacarina pero esos están hechos con Aspartame y es muy nocivo. Un mejor sustituto del azúcar es la miel de manuka o melaza pero en pequeñas cantidades.
La sal tiene un químico que se le agrega para que se vea blanca. Una mejor alternativa para la sal es la sal de mar o sales vegetales. Las células de cáncer maduran en un medio ambiente acido. Una dieta basada en carnes rojas, provoca que el pH disminuya y se torne ácido, es mejor comer pescado, y un poco de pollo, en lugar de carne vacuna o de cerdo. La carne además tiene antibióticos, hormonas y parásitos, que son muy nocivos, especialmente para las personas con cáncer. La proteína de la carne es muy difícil de digerir y requiere muchas enzimas. La carne que no se digiere queda en los intestinos y se descompone y lleva a la creación de más toxinas.
Una dieta de 80 % de vegetales frescos previamente lavados y desinfectados con un “generador de ozono para agua” y jugos, granos, semillas, nueces, almendras y solo un poco de frutas ponen al cuerpo en un ambiente alcalino. Solo un 20% se debe consumir en comidas cocidas, incluidos los porotos (leguminosas). El jugo a base de vegetales frescos proporciona al cuerpo coenzimas que son fáciles de absorber y llegan a las células después de 15 minutos de haber sido consumidos para nutrir y ayudar a formar células sanas. Para obtener enzimas que ayudan a construir células sanas se debe tratar de tomar jugos vegetales y comer muchos vegetales frescos 2 o 3 veces al día.
Evitar tomar café, té y chocolate, pues todas estas bebidas poseen mucha cafeína. El té verde es una mejor alternativa y tiene propiedades que combaten al cáncer. El agua es mejor tomarla purificada, filtrada y ozonizada, para evitar las toxinas y metales pesados.
Algunos suplementos ayudan a reconstruir el sistema inmunológico (Floressence, Essiac, anti-oxidantes, vitaminas, minerales, EFAs (aceite de pescado)) para ayudar a las células a luchar y destruir las células cancerigenas. Otros suplementos comola vitamina Eson muy conocidas porque causan apoptosis, el cual es método normal del cuerpo de eliminar las células innecesarias o defectuosas.
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